Las últimas tendencias en prácticas de edificación sostenible continúan generando enorme interés y entusiasmo entre los arquitectos, paisajistas y autoridades urbanísticas. Una de ellas es la implementación de cubiertas vegetales.
Una cubierta vegetal utiliza las plantas para mejorar la función del tejado así como su apariencia.
Se distinguen entre cubiertas intensivas, semi-intensivas y extensivas. Este último tipo es el que se considera una herramienta ecológica en la construcción. En Alemania por ejemplo donde está más extendida la implantación de cubiertas vegetales, más del 80% son extensivas. Son las más interesantes desde el punto de vista tanto económico como ecológico.
Las directrices marcadas por la FLL (siglas de la Sociedad Alemana para la Investigación, Desarrollo y Construcción Paisajística) abarcan todas las fases y materiales a tener en cuenta para la construcción de cubiertas vegetales. Son respetadas universalmente por todos los especialistas en la materia.
Beneficios de las cubiertas vegetales
A pesar de que las cubiertas vegetales presentan un aspecto mucho mejor que los tradicionales tejados, la mayoría están construidas por motivos ajenos a la estética. Los beneficios potenciales incluyen:
- Gestión de agua de lluvias torrenciales.
- Mayor duración de la membrana impermeable de las cubiertas.
- Reducción de los costes energéticos de los edificios.
- Disminución de la temperatura en núcleos urbanos (efecto “Isla de Calor”) en caso de implantación generalizada.
- Reducción de ruidos
- Hábitat para especies animales urbanas.
- Incremento del valor estético y de ocio.